sábado

El niño sin cuerpo

Maria y Nicolás eran una pareja muy feliz.
Ellos se casaron y vivieron en una casa hermosa.
Pero lo que mas querían era un hijo. Así que a Maria se le ocurrió ir a adoptar a un niño, y así fue.
Cuando llegaron al orfanato María estaba emocionada así que entraron inmediatamente. Los recibió un hombre de muy buena clase y con una voz muy macho:-Bienvenidos a mi orfanato. Pasen- dijo con amabilidad y luego les preguntó:-¿Qué niño quieren hombre o mujer?- y María con sumo entusiasmo dijo:- Un varón-. Entonces el director los empujó al comedor para que vean a todos los niños, pero ninguno le llamó la atención a María. Hasta que se detuvo en una gran torre con ladrillos y María preguntó:-¿Quién vive en esa torre?-. El hombre la miró con espanto y luego respondió enderezándose:- Allí vive un niño que lo encontré en el medio de la calle, la gente conocía a los padres que no lo podían tener porque cuando nació, ellos tenían una rara enfermedad que no se podía detener y murieron. El niño no heredó esa enfermedad, él está en una situación aún peor. María intrigada preguntó:-¿Qué tiene el niño?, Y el hombre dijo:-Ese niño nació sin huesos. Cuando María escuchó esas palabras le dio un escalofrío. María pidió verlo.
Cuando fueron a la torre subieron los pequeños y rotosos escalones, la torre era muy triste, oscura y silenciosa. Cuando llegaron al piso más alto tocaron la puerta y el hombre dijo:- Hey, vino alguien a visitarte- y el niño no respondió. El hombre abrió la puerta, bruscamente. Cuando María lo vio sintió una gran tristeza por dentro.
Era un niño como cualquier otro pero la única diferencia es que cuando lo tocabas era como una goma, caminaba chueco y no tenía dientes. Maria quería salir de allí, pero no pudo, su cuerpo le pesaba del dolor. Sentía un gran apreció hacia ese niño que recién acababa de conocer. Entonces dijo:- Me lo quiero llevar- El hombre y su esposo se sobresaltaron pero los convenció. El niño sonrió por primera vez. Cuando iban en el auto María lo miraba y luego le preguntó:- Bueno vas a ver que te vas a sentir muy cómodo- ¿y decíme, ténes nombre?- .
El niño la miro y luego bajo la cabeza negando. Cuando llegaron a la casa, el niño volvió a sonreír, por fin pertenecía a una familia. Pero sus días allí no fueron como el esperaba, los otros niños lo empujaban y lo insultaban o salían corriendo del miedo que le tenían. Así pasaron los días y el niño estaba muy triste. María también.
Al cabo de los días el niño se enfermo mucho y María estaba desesperada. El marido estaba muy enojado con ella porque no se separaba del niño. Entonces él dejo el anillo de bodas en la mesa y se fue.
Una semana después María estaba en un cementerio contemplando la tumba de su hijo. Se encontró con su marido y se quedaron con su hijo en el corazón por siempre.

3 comentarios:

Maisa dijo...

Qué capacidad tuvo María de amar a ese ser diferente, y de regalarle haberlo elegido.
Como en la vida real, los finales no siempre son los que esperamos.
Y sin embargo, algo puede suceder en el camino que nos haga tener sensaciones de amor mutuo, como el del niño sin cuerpo y María.
Seguí creando Juli! Tenés una gran sensibilidad.
Besos!

Marijo dijo...

Cuantos sentimientos hay en esta historia: amor incondicional, tolerancia, sesibilidad, respeto por lo otros, vocacion para cuidar a los demas...Me conmovio.

Virginia Prieto dijo...

me encanta como volcás tu imaginación en las palabras
muy bueno!!!