sábado

BONNIE AND LOUIS 1RA PARTE(PRIMER INTENTO)

BONNIE AND LOUIS
1 PARTE. OFICINA
Helena estaba en la oficina mirando a la ventana , distraída. Tenia mucho trabajo pero hace un tiempo no tenia ninguna inspiración. La revista se había transformado en un puterio y, además , lo que se escuchaba era solo teléfonos y teclados , nadie se miraba las caras. Ella se paro y fue al dispenser a tomar agua y se quedo un poco , pensando.
-helena…- alguien la llamo por atrás.-¡ Helena!-grito, se dio vuelta, era su jefe, un hombre-camello, por que escupía mientras hablaba e irritable. – perdón- dijo Helena por lo bajo. El sonrio -¿tiene listo la nota de la actriz?-pregunto. Helena puso los ojos en blanco – me falta poco-mintió.
-lo necesito para ahora, terminalo y entrégamelo en mi oficina-dijo y se fue. Helena se quedo inmóvil , miro el reloj y fue a su computadora, agarro sus papeles y empezó a escribir, a la fuerza. Antes ella escribía historias conmovedoras , pero de apoco , la gente ya no lo leía y comenzó a escribir lo que la ordenaban y lo odiaba, pero era trabajo. De repente le sono el celular, lo agarro sin mirar.
- Hola-dijo cortada.
-Hola helena , soy yo gorda , ¿Cuándo venís?-dijo Tamara.
Helena arqueo una ceja y se agarro la cabeza.
-Perdón , me olvide, tengo mucho trabajo pero termino y voy- dijo helena escribiendo.
-ok pero apúrate-dijo.-bye bye-dijo. Y corto.
Helena dejo el celular y siguió escribiendo. Cuando termino imprimo la nota y se la dejo en el escritorio a su jefe , sin mirarlo y salió rápidamente.
Afuera comenzó a llover , se puso su campera  y corriendo hacia la parada del colectivo, uno la empapo.
-no te la puedo creer-dijo. Fue hacia la parada y subió al colectivo. Se agarro de los caños. De repente comenzó a sentirse mal , el cambio de temperatura le hacia sentir nauseas, comenzó a caerse en el colectivo.
-¿estas bien?- pregunto un hombre. Y de repente vomito. La gente se le quedo mirando y el colectivero la empezó a insultar mientras que la gente la iba haciéndola sentando , como si fuera una vieja, el hombre le ofreció un poco de agua y se bajo del colectivo, pidiendo disculpas entre vomitos.
Llego al bar donde Tamara la esperaba. Estaba con un vestido con sus rizos que la hacían irresistible , de todas sus formas, helena y ella fueron amigas desde muy pequeñas y todos los chicos la miraban, helena no podía creer que se casaba.
-hola –dijo helena.
Tamara se tapo la nariz.
-¿Qué comiste?, tienes un olor horrible-dijo.
-nada , una persona me vomito en el colectivo-mintió.
Abrió sus ojos sorprendida.
-ves por estas cosas te digo que tienes que tener tu auto, es mas comodo que viajar con otras personas , todas apretadas, es peor que los trenes-dijo.
Tamara venia de una familia muy bien acomodada y aun no sabia como todavía era su amiga.
-no te preocupes, tengo ropa aquí en el bolso, ¿Cómo te fue en el trabajo?-pregunto tamara.
Helena sonrio y se acordó porque era su amiga. Por su interés y por su buena energía , era una gran amiga.
-bien , bha como siempre , escribiendo porquerías, con jefe horrible , vos sabes-dijo helena, sacándose el saco.
- bueno ya va pasar , tus historias en esa revista eran buenísimas , toma el bolso ahí tenes la ropa , ¿te pido algo?-pregunto.
-gracias me salvaste, pedime un capuchino-dijo helena levantándose.
Helena abrió el bolso y encontró un cepillo de dientes, sonrio hasta ponerse colorada –como me conoces- pensó. Se cambio, cepillo los dientes y se lavo la cara para no avergonzarse más. Salió mas tranquila y fresca, la ropa de su amiga tenia un rico olor, a nuevo.
Se sento frente a su amiga y comenzó a tomarse su café mientras Tamara ojeaba una revista , levanto las cejas.
-mira, te acuerdas de esta historia , la de la hija no reconocida de aquella familia que te pusiste a llorar-dijo.-nunca vi a nadie ponerse asi-dijo volviendo los ojos a la revista. Helena saco la cuchara de su boca, recordando aquella nota, ella tampoco sabia que le había pasado.
-bueno cuando termines vamos por mi ¡VESTIDO!- dijo Tamara, aplaudiendo.
Termino el último sorbo, pidió la cuenta, como siempre pago, mientras Tamara se arreglaba.
Tamara saco el paraguas y pidió un taxi, se subieron. El taxista la miraba fijamente mientras Helena miraba por la ventana.
Bajaron del taxi bajo el paraguas a un local lleno de mujeres emocionadas y gritando. Tamara se dirigió al escritorio donde había una mujer con traje, pelo atado bien tirante que la miro a helena, extrañada , de pronto dirijo una pequeña mirada a la cámara de seguridad, helena se miro la ropa.
-buenas tardes vengo a ver el vestido de Ricky y a el , por supuesto , ¿esta?-pregunto delicadamente Tamara.- si me acompaña-dijo dejándole un lugar para pasar y luego miro a Helena de reojo.-no se preocupe, ella viene conmigo-dijo Tamara.-es la dama de honor-dijo bajando la voz.
Helena sitio como se le cerró la garganta a la mujer y puso una sonrisa de satisfacción- viste no todas somos estiradas como vos- pensó Helena y siguió a su amiga hasta que ella se encontró con un hombre flaco con traje y un flequillo ridículo rubio y el resto rapado, que sorprendió a Tamara y ella salió corriendo a su encuentro con un gran abrazo.
Helena se puso a ver los vestidos de novia, aunque no sabía por que , el romance no era su fuerte , su ultimo novio la dejo porque su relación llego a un punto nulo , lo había empezado a querer pero un dia lo miro bien y sintió que era un extraño y empezaron a distanciarse hasta que el termino huyendo . Ella se lo agradeció de por vida, dentro de ella, aunque lo quiso alguna vez, pero no se acordaba.
Se sentó en uno de los sillones , agarro una revista y empezó a hojearla. Se acerco al probador.
-Tammy estas , ¿necesitas ayuda?-pregunto.
-no esta bien esperame, quiero salir con toda la artillería-dijo entre risas.
-bueno…-dijo helena y volvió a sentarse.
De repente levanto la vista y vio a su amiga con un vestido de novia, girando , como modelando, orgullosa.
-¿Qué te parece?, tu vestido esta en el provador…-dijo Tamara.
Helena se agacho para pararse, se empezó a sentir mareada hasta que se agacho y vomito con mucho dolor.
Tamara se puso pálida y colorada.
Helena despertó en su casacón mucho dolor de cabeza , el sol atravesó la ventana y un calor recorrió el cuerpo de Helena muy lentamente y de a poco, fue a abrir la ventana y dejo que el nuevo dia llegara, el aire tenia olor a humedad y tibio cosa que helena lo recibió con mucho placer. Se saco sus ropas y se dio un baño caliente. Dejo que el vapor se impregnara en su cuerpo y que el agua la despabilara. Salió fresca , relajada pero el dolor de panza seguía. Llamo al trabajo avisando que no iba a ir por una descompostura. Se sento en el sillón y acerco la computadora de la mesa y siguió escribiendo la historia del coronel Juan José Salamanca, que le volvía la alegría.
De pronto tocaron su puerta , apoyo su computadora y vio el dia , se vistió y salió cuando dio su primer paso vio que había una carta.


El niño sin cuerpo

Maria y Nicolás eran una pareja muy feliz.
Ellos se casaron y vivieron en una casa hermosa.
Pero lo que mas querían era un hijo. Así que a Maria se le ocurrió ir a adoptar a un niño, y así fue.
Cuando llegaron al orfanato María estaba emocionada así que entraron inmediatamente. Los recibió un hombre de muy buena clase y con una voz muy macho:-Bienvenidos a mi orfanato. Pasen- dijo con amabilidad y luego les preguntó:-¿Qué niño quieren hombre o mujer?- y María con sumo entusiasmo dijo:- Un varón-. Entonces el director los empujó al comedor para que vean a todos los niños, pero ninguno le llamó la atención a María. Hasta que se detuvo en una gran torre con ladrillos y María preguntó:-¿Quién vive en esa torre?-. El hombre la miró con espanto y luego respondió enderezándose:- Allí vive un niño que lo encontré en el medio de la calle, la gente conocía a los padres que no lo podían tener porque cuando nació, ellos tenían una rara enfermedad que no se podía detener y murieron. El niño no heredó esa enfermedad, él está en una situación aún peor. María intrigada preguntó:-¿Qué tiene el niño?, Y el hombre dijo:-Ese niño nació sin huesos. Cuando María escuchó esas palabras le dio un escalofrío. María pidió verlo.
Cuando fueron a la torre subieron los pequeños y rotosos escalones, la torre era muy triste, oscura y silenciosa. Cuando llegaron al piso más alto tocaron la puerta y el hombre dijo:- Hey, vino alguien a visitarte- y el niño no respondió. El hombre abrió la puerta, bruscamente. Cuando María lo vio sintió una gran tristeza por dentro.
Era un niño como cualquier otro pero la única diferencia es que cuando lo tocabas era como una goma, caminaba chueco y no tenía dientes. Maria quería salir de allí, pero no pudo, su cuerpo le pesaba del dolor. Sentía un gran apreció hacia ese niño que recién acababa de conocer. Entonces dijo:- Me lo quiero llevar- El hombre y su esposo se sobresaltaron pero los convenció. El niño sonrió por primera vez. Cuando iban en el auto María lo miraba y luego le preguntó:- Bueno vas a ver que te vas a sentir muy cómodo- ¿y decíme, ténes nombre?- .
El niño la miro y luego bajo la cabeza negando. Cuando llegaron a la casa, el niño volvió a sonreír, por fin pertenecía a una familia. Pero sus días allí no fueron como el esperaba, los otros niños lo empujaban y lo insultaban o salían corriendo del miedo que le tenían. Así pasaron los días y el niño estaba muy triste. María también.
Al cabo de los días el niño se enfermo mucho y María estaba desesperada. El marido estaba muy enojado con ella porque no se separaba del niño. Entonces él dejo el anillo de bodas en la mesa y se fue.
Una semana después María estaba en un cementerio contemplando la tumba de su hijo. Se encontró con su marido y se quedaron con su hijo en el corazón por siempre.

viernes

la avioneta

A Frank siempre le gustaba ver el cielo, siempre soñaba con que un día volaría alto.

Pero luego veía a su pueblo que nunca había nada divertido para hacer, y se aburría.

Pero él tenía un secreto. Era inventor, tenía en su casa un gran laboratorio lleno de inventos increíblemente grandes. Pero él estaba concentrado en el invento más grande del mundo, el lo llamaba “avioneta”, era con alas como pájaro y tenía lugar para un pasajero. Estaba muy ansioso por terminarla.

Al otro día fue al colegio y los visitó un inventor del museo de ciencias llamado Daniel. Cuando entró al aula se presentó y les contó todos sus proyectos, hasta que vio a un niño que le lleno de atención: estaba dibujando un plano de un pájaro muy curioso. Le preguntó que era y Frank le respondió:- Es una avioneta que muy pronto volará, lo prometo-. Daniel cuando vio su invento se impresiono y le dijo:-Yo creo que seguro volará!. Te gustan las cosas del aire, no es así?- Él asintió, y de inmediato Daniel dijo:- Te animas a explicarnos de que se trata?- A Frank nunca se le ocurrió mostrarles sus asuntos importantes a sus compañeros pero juntó valor y habló, sus compañeros, la profesora y Daniel quedaron muy impresionados.

Así que todos los días Frank exponía sus inventos y mucha gente lo conocía.

Daniel estaba muy contento por él y Frank le pregunto si lo quería ayudar a terminar su invento. Daniel aceptó con entusiasmo y empezaron a trabajar. Entonces Daniel le preguntó a Frank:-¿Qué harás cuando termines la avioneta?-. Y él le respondió:- me iré lejos me gustaría mucho viajar por todos los países, continentes y recorrer los mares y los océanos-.

Después del discurso de su viaje Daniel ya se sentía solo pero lo superó. En unas semanas la avioneta estaba casi lista, ellos estaban ansiosos por verla en el aire. Hasta que llegó el gran día. Todo el mundo fue a ver el gran secreto que escondía el inventor Daniel junto a su compañero Frank. Cuando la encendieron, los motores rugían como el viento y las alas cuando, levaban hacia arriba. La gente y Daniel se despidieron de Frank y de su más esperado invento del mundo en el cielo.

Lo que le pasó a Frank es que conquistó con su gran invento a todo el mundo y siempre iba volando por los aires. Aun se lo puede escuchar como su avioneta revolotea por los cielos.

miércoles

nieves azules

Nieves azules era una esquiadora muy buena, ella era muy sociable y le gustaba hacer fiestas y estar con amigos; pero lo que más le gustaba era esquiar.
Ella era muy rara, le cambiaba de sentido a las palabras y se peinaba muy loco porque cuando terminaba de peinarse todo terminaba en un solo pelo.
Un día se le presentó un torneo de ski en Ushuaia, la ciudad más fría del mundo, estaba muy contenta pero tenía un problema ella era muy friolenta; cuando llego el momento del torneo hizo poner focos de luz en la pista así no se enfriaba y así lo hicieron; en toda la pista había un foco de luz. Hasta que d pronto el hielo comenzó a romperse y Nieves azules se cayo al agua, los esquiadores tuvieron que agarrar sus ski e ir nadando hasta la meta.
Ese día Nieves dejo la nieve y comenzó a no ser más friolenta y ahora s profesora de sur y en vez de llamarse Nieves azules se llamó Azul marino.

martes

El corazón más grande

Había una vez una niña que tenía el corazón que latía más fuerte que todos, la gente que vivía en el barrio no soportaba el ruido, pero ella decía que ese cuerpo ni el corazón eran de ella.Todo estaban muy preocupados por esa niña.
Un día la niña se escapó, pero decidió volver. Cunado volvió ya no se sintió tan incomoda con su cuerpo, se fue acostumbrando y poco a poco la gente fue también acostubrandose.
Hasta que un día a la niña le crecieron alas enormes y brillanetes y de pronto se echo a volar. La gente estaba muy triste por la niña, se sentían sin corazon. Pero cada vez que recuerdan a esa niña se dicen todos tenemos un corazon, solo hay que saber usarlo. Y es aun que se sigue oyendo el latido del corazon mas grande.

Cuando no me quieran y me necesiten me quedaré, cuando me quieran pero no me necesiten me iré.
Nanny Mcfhee

domingo

el viejo de la estacion

Érase una vez en un pueblo muy poblado, oscuro y silencioso existió un hombre quien no vivía en ningún lugar, no tenia familia, ni esposa, ni hijos por que le parecía una perdida de tiempo. El siempre caminaba por las calles, pero su lugar favorito era la estación de tren.
A èl le gustaba mucho estar sentado en aquella estación de tren “Le Rose”; donde veía a la gente con celulares, con walkman, que salían y entraban al tren.
A él no le gustaba ser como ellos, llenos de preocupaciones y trabajo. Siempre estaba sentado allí. La gente conocía a ese anciano pero no se le acercaban por que tenían miedo de el, no comía, no dormía y siempre andaba de acá para allá, asi que lo empezaron a llamar “el viejo de la estación de tren”. Un día el viejo vió una niña horrible, tenía el pelo pajoso, usaba frenos, era regordeta y usaba anteojos. Ella estaba llorando y él notaba que cada vez que la gente la miraba se reía. Entonces junto valor, se le acercó y le preguntó:-¿Qué te ocurre hermosa niña?. La niña lo miró extrañada: -Hermosa, mírame acaso soy hermosa- Él asintió con la cabeza. La niña contestó, quisiendole contradecir: -¿Qué tengo de linda? Mi pelo, mi cara, mi cuerpo eh ¿Qué tengo?- El vió que ella seguía llorando y le pregunto: -¿Cómo te llamas?- Ella respondió: –Rosaura. Entones volvió a preguntarle: -¿Que te ocurre?, ¿por que lloras?. -Por que soy horrible y las chicas son hermosas y perfectas y yo soy la fea y la tonta, ni siquiera los profesores se me acercan para explicarme algo porque soy horrible por eso nunca entiendo nada- Él la miró, le dio un libro y le dijo: –Lee este libro pera mañana y ven a verme- Ella asintió con la cabeza y se fue.
Al día siguiente la niña volvió y el viejo le pregunto:-¿lo leíste?, ella le dijo- no- y el le pregunto-¿Por qué no lo leíste?- Ella bajo la cabeza como si hubiera hecho algo malo y le respondió con la cabeza baja: No se leer- El la miro con mucha pena pero no se rindió y entonces le dijo- yo te voy a enseñar- Primero le contó un cuento corto llamado La rosa, luego le hizo hacer un cuadro de las letras con su ayuda y le iba diciendo el abecedario- a,b,c…..- Ella estaba encantada hasta que un día ella le dijo que quería leer un rato y leyó excelente. El pensó en que ya era tiempo de darle de nuevo el libro y le dijo- llévatelo de nuevo a ver si lo entiendes-, y lo hizo. Pero al día siguiente cuando volvió a la estación de tren "Le Rose”, pasó algo que ella no esperaba: el viejo se murió. Se lo dijeron todos sus compañeros del colegio y la acompañaron en el velorio del viejo. A partir de ese día la gente la trataba bien, como gente normal, ella seguía lleyendo el libro que le regaló y todos los días iba a la estación “Le Rose”.